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martes, 18 de enero de 2011

Corte regional contra la megaminería












Defensa del Medio Ambiente Minería Cuyo y NOA

Martes, 18 de Enero de 2011 23:55
Corte regional contra la megaminería

(AW) Las asambleas que luchan contra la megaminería en las Provincias de cuyo y el norosete argentino decidieron realizar cortes de ruta en distintos puntos de la región para frenar los emprendimientos mineros que se desarrollan en las distintas provincias. Aquí, el reporte del reclamo en Patquia, La Rioja.

La Rioja, Martes 18 de Enero de 2011 (No a la Mina)
Estamos en el corte de Patquia, provincia de La Rioja, por ahora todo está muy bien. Cortamos en los tres accesos y desde el principio estuvo presente en el corte la Gendarmeria, indicandonos que cortar una ruta es ilegal y que ya enviaron la orden al Juez Piedrabuena.
Les informamos a ellos que nuestra medida de fuerza es de caracter REGIONAL y que es sumamente LEGITIMA, pues ya agotamos todos los canales institucionales, ademas se trata de un corte informativo en el cual los autos no permanecen mas de 10 minutos parados y SI de un BLOQUEO PERMANENTE a todos los camiones mineros dandoles la opcion de quedarse o volverse, hasta el momento todos se volvieron.
Con respecto al tiempo del corte, estamos consensuando cada dos horas mas o menos, pero la idea es sostenerlo el mayor tiempo posible. Ademas estamos en contacto permamente con los cumpas de otras provincias que tambien estan cortando, a pesar de tener nuestros telefonos pinchados. Sabemos que en Uspallata, prov de mendoza, los cumpas lograron cortar por 40 minutos y continuan con corte informativo, al igual que tinogasta, belen y otros en el corte de cerro negro.
Enviamos algunas fotos y nos mantenemos en contacto. A todos/as aquellos/as que nos enviaron adhesiones, apoyo y fuerza les decimos GRACIAS y sepan que estan aqui con nosotrxs y que nos sentimos respaldados y unidos/as desde donde estemos!!!!!
ARRRIBBAAA!!!!!

El Famatina No se Toca

Si a la vida, no a la Mina a cielo abierto.

www.noalamina.org

Fuente: http://www.agenciawalsh.org/aw/index.php?option=com_content&view=article&id=6102&Itemid=133

CUANDO HUYE EL DÍA - Ingmar Bergman





Dirección: Ingmar BERGMAN.
Guión: Ingmar Bergman.
Música original: Erik Nordgren, Göte Lovén.
Fotografía: Gunnar Fischer.
Diseño del film: Gittan Gustafsson.
Montaje: Oscar Rosander.
Mezcla de sonido: Sven Rudestedt.
Vestuario: Millie Ström.
Elenco: Victor Sjöström (Dr. Isak Borg), Bibi Andersson (Sara), Ingrid Thulin (Marianne Borg), Gunnar Björnstrand (Dr. Evald Borg), Jullan Kindahl (Agda), Folke Sundquist (Anders), Björn Bjelfvenstam (Viktor), Naima Wifstrand (Mrs. Borg), Gunnel Broström (Mrs. Alman), Gertrud Fridh (Karin Borg), Sif Ruud (Tía Olga), Gunnar Sjöberg (Sten Alman), Max von Sydow (Henrik Åkerman), Åke Fridell (amante de Karin), Yngve Nordwall (Tío Aron), Per Sjöstrand (Sigfrid Borg), Gio Petré (Sigbritt Borg), Gunnel Lindblom (Charlotta Borg), Maud Hansson (Angelica Borg), Ann-Marie Wiman (Eva Åkerman), Eva Norée (Anna Borg), Lena Bergman (Kristina Borg), Monica Ehrling (Birgitta Borg), Peder Hellman, Ulf Johansson, Göran Lundquist, Wulff Lund, Gunnar Olsson, Vendela Rudbäck, Per Skogsberg, Helge Wulff. Productor: Allan Ekelund. Productoras: Svensk Filmindustri (SF).
Duración original: 123’.
Lugar: Suecia
Año: 1957

El film
Cuando huye el día es uno de los pilares en la filmografía de Bergman. Realizada en el año 1957, la película se erige como un alto en el camino para el director, una especie de compendio de las principales inquietudes temáticas planteadas en films anteriores, en especial en las precedentes Sonrisas de una noche de verano (Sommarnattens leende, 1955), fresco maravilloso sobre las complejas relaciones humanas, sus diferentes perfiles y problemáticas, y la espléndida El Séptimo Sello (Det sjunde inseglet, 1956), en la que se realiza una profunda reflexión sobre la postura del hombre ante la muerte.
Cuando huye el día narra la historia de dos viajes paralelos: uno físico, el que realiza en coche el profesor Isak Borg (Victor Sjöström) desde Estocolmo hacia Lund para recoger el premio de su universidad que lo erige como doctor honoris causa; el otro viaje es interior, el que realiza Borg durante el trayecto, un viaje que le llevará a explorar toda su vida, a analizar el camino recorrido y las relaciones frustradas con sus seres queridos. Borg decide realizar el viaje en coche, atemorizado tras haber tenido la noche anterior una pesadilla sobre su propia muerte. La escenificación de este sueño es uno de los momentos más logrados del film. Las imágenes se presentan aquí con una iluminación contrastada, de carácter totalmente expresionista. Borg camina por una calle vacía y silenciosa, en la que las ventanas de los edificios están tapiadas y un reloj cuelga de una pared sin agujas, al igual que le ocurre al reloj que Borg saca de su bolsillo. Se trata de un símbolo, el del tiempo detenido que precede a la muerte, un tiempo que carece ya de todo sentido. El sonido de los latidos del corazón de Borg es el único en ese inmenso silencio (se repetirá en otros momentos a lo largo del film, siempre relacionados con la presencia inmediata de la muerte). Isak observa ante sí un hombre detenido en medio de la calle, de espaldas a él. Cuando Isak le alcanza, el hombre se gira y muestra una cara sin rostro. El personaje se derrumba y de él empieza a emanar un río de sangre. Unas campanadas fúnebres empiezan a tañir y desde el final de la calle se acerca un coche de muertos tirado por caballos -magnífico homenaje a La carreta fantasma (Körkarlen, 1920) del mismo Sjöström-. Al chocar contra una farola, una de las ruedas del carro se suelta, y de la carreta se desprende el ataúd. De él sale una mano que aferra con fuerza la de Isak. Se trata de él mismo, de su imagen de la muerte, tratando de llevárselo con él. Esta secuencia, síntesis a la vez de surrealismo y expresionismo, define con claridad el principal temor del personaje. A sus setenta y ocho años, Borg es un viejo que está llegando al final de sus días, y que trata de hacer balance de una vida repleta de éxitos profesionales, pero insatisfactoria en las relaciones personales: con su primer amor Sara (Bibi Andersson), con su mujer Karin (Gertrud Fridh), con sus padres, y hasta con su hijo Evald (Gunnar Björnstrand) y su nuera Marianne (Ingrid Thulin). Ésta le acompaña en el viaje para reunirse en Estocolmo con su marido y tratar de reconstruir una relación también deteriorada. Marianne le reprocha a Isak que su vida ha sido tremendamente egoísta, que tras el loado profesor se esconde un ser humano egocéntrico y cruel con los demás, incapaz de amar y dejarse amar. A lo largo del viaje, el profesor se irá conociendo a sí mismo, y este hecho le enfrentará a verdades no precisamente agradables sobre su personalidad, y a darse cuenta de que en la vida ha ido desperdiciando lo que de ella realmente merece la pena: el amor hacia los seres queridos.
Durante toda su vida, el profesor Borg había tratado de encontrar un sentido racional a su existencia, rechazando cualquier tipo de sentimentalismo y centrándose en el pensamiento filosófico para dar respuesta a sus miedos. Borg no es un personaje atractivo, es más bien un viejo antipático que trata de huir de su pánico atroz hacia una muerte que se le avecina. De nuevo, al igual que sucedía en El séptimo sello, es la muerte la que posibilita ese viaje interior del protagonista, su presencia inmediata e inevitable. Borg necesita rendirle cuentas a su vida, hacer las paces consigo mismo para poder mirar adelante sin necesitar volver constantemente la mirada hacia el pasado. Al igual que el caballero medieval, quien decide proteger a la familia de cómicos de la peste, Borg sólo encontrará la paz consigo mismo cuando trate de mirar a su alrededor, cuando decida ayudar a su hijo y a su nuera, cuando se de cuenta realmente de que el único sentido se encuentra en el amor hacia sus seres queridos. El egoísta Borg se siente solo y aislado, y esta soledad le lleva a plantearse la importancia del amor hacia los suyos, como le ocurriría a Charlotte en la posterior Sonata otoñal (Herbstsonate, 1978). La soledad es el gran tema de Cuando huye el día. La figura de Borg es constantemente aislada de su entorno, en sus recuerdos, en sus sueños y en su vida real, dejándolo solo y en penumbra, fracasado en su intento de comprender su vida. Sólo el acercamiento a los demás le hará redimirse, volver a sentirse vivo y dispuesto ya a enfrentarse a la muerte.
La nostalgia por una vida malgastada, por el tiempo pasado y la juventud perdida, se convertirá en el centro de las reflexiones de Borg. Durante el camino, el profesor se detendrá en el lugar donde pasó sus mejores años, allí donde vivió su primer amor hacia Sara, y donde también la perdió para siempre. Bergman introduce aquí un flashback, en el que el profesor observa escenas de sus años jóvenes en las que no había participado directamente. En concreto, Borg se introduce físicamente en el momento en que Sara es seducida por el hermano de Isak, Sigfrid, con el que más tarde llegará finalmente a casarse, abandonando a un Isak demasiado preocupado por encontrarle un sentido a todo. Borg asiste a este momento, y a una comida familiar posterior en la que el desliz de Sara es delatado por una de sus hermanas. Estas imágenes del pasado recuerdan al tono alegre y desenfadado de Sonrisas de una noche de verano, o a las escenas de felicidad conyugal de Un verano con Mónica. La iluminación es en este caso homogénea y radiante, todo está inundado de un aire de felicidad y alegría. Nada que ver con las pesadillas de Borg, la ya mencionada y la segunda, en la que el profesor es sometido a un examen sin sentido y en la que, como si de un juicio se tratase, Isak es acusado de ser "culpable de culpabilidad", en claro homenaje al famoso personaje kafkiano de El proceso. En esta secuencia, Borg asiste a la visión de otra escena de su pasado en la que él no estuvo, aquella por la que descubre que su mujer le fue infiel. El horrible examen acaba con la condena de Isak, quien es penalizado con la penitencia de siempre: su soledad.
Los personajes de Cuando huye el día son muchos, pero el peso recae tan sólo en tres de ellos. A parte de Isak, serán dos mujeres las que dibujen el retrato psicológico realizado por Bergman. La primera de ellas es Sara, representada por dos personajes diferentes: la Sara de la juventud de Isak y una chica joven también llamada Sara (interpretada también por Bibi Andersson) a quien Marianne e Isak recogen en el trayecto, y que viaja acompañada de dos jóvenes más: Anders y Viktor. Esta Sara, la actual, es el reflejo de la otra, y Borg se enamorará de ella como si de su amor de juventud se tratase. La Sara antigua es una chica sencilla, alegre y desenfadada, quien acepta la vida sin condiciones y sin cuestionarse nada. Sara decide finalmente renunciar a Isak y casarse con Sigfrid, menos preocupado por cuestiones sin respuesta. La Sara actual es símbolo de la mujer moderna, fuerte ante el sexo masculino, independiente y alegre. Anders y Viktor se disputan su amor, simbolizando a su vez las dos posturas de Bergman ante la religión y la fe, la del creyente Anders, preocupado por Dios y por el sentido de la vida, y la del práctico y racional Viktor, quien renuncia a cualquier misticismo para reflexionar sobre un sentido mucho más lógico. Bergman plantea esta discusión sin posicionarse, tal y como ya había hecho y haría en el resto de su filmografía, concluyendo que la existencia o no de Dios no es de hecho lo más importante, sino el amor y las relaciones entre los seres humanos. Por otro lado, Marianne se erige como el otro personaje capital en el film. Ella es la más fuerte (qué magnífica interpretación de Ingrid Thulin), la única que no se doblega ante el peso de la existencia y ante las dificultades en su matrimonio. Ella decide tener el bebé que espera de Evald, quien no quiere descendencia, desengañado por una infancia triste en la que sus padres no se quisieron. Marianne triunfa a través del amor, consigue demostrarle a Evald que lo único importante es esto, y que merece la pena la vida si hay amor verdadero y puro.
Bergman realiza en la película un estupendo análisis de las relaciones afectivas matrimoniales. Las distintas parejas que a lo largo del film van apareciendo son diversas visiones de lo que el matrimonio y las relaciones conyugales pueden llegar a ser. Marianne y Evald, Isak y Sara, Isak y Karin, Sara y Anders/Viktor...Como extremo pesimista y cruel, el matrimonio Alman, una pareja que ha sufrido un accidente y a quienes recogen en la carretera. El marido (Gunnar Sjöberg) es un machista que trata constantemente de ridiculizar a su mujer, tachándola de sensiblera e inútil. En contraposición a esta decadencia total de la pareja, aparece otro matrimonio, el del dueño de la gasolinera (Max von Sydow) y su mujer (Anne-Marie Wiman), paradigma de la felicidad y la alegría de vivir, de la aceptación de la vida tal y como es, sin cuestionamientos fútiles y banales.
Cuando huye el día es un film pesimista, síntesis de la visión de Bergman ante la vida y la existencia humanas. Pero su mensaje es esperanzador, el final es feliz y positivo, concluyendo que la vida sólo tiene sentido si se basa en el amor hacia los seres queridos. Bergman consiguió con éste film una obra perfecta, sencilla y directa, que atrapa al espectador y le hace revisar sus ideas sobre los temas que le preocupan. Borg somos todos, demasiado centrados en nosotros mismos para detenernos a amar realmente a los demás. La muerte es la única certeza de nuestra existencia, y sólo ante ella el ser humano se da cuenta de sus limitaciones. El profesor finalmente encuentra descanso en su interior, y así lo demuestra cuando, feliz y en paz consigo mismo, le afirma a su hijo que su corazón ya se encuentra perfectamente. Borg hace las paces con su propio ser y con los fantasmas de su pasado, y Bergman simboliza este hecho en la preciosa escena final, en la que el profesor se despide de sus padres, quienes se encuentran a la otra orilla de un lago, separados de él por una distancia que ya nunca se podrá acortar. El profesor se despide aquí definitivamente de su pasado, preparado ya para mirar hacia delante sin miedo.

Fuentes:
www.cineclubnucleo.com.ar/cuandohuyeeldia.doc
www.miradas.net

lunes, 17 de enero de 2011

Mohamed Bouazizi

Muere el joven comerciante que se quemó a lo bonzo el pasado 16 de diciembreAgencia EFE, 05 de enero de 2011 a las 16:59











EFE/Archivo
Mohamed Bouazizi, el joven comerciante que se quemó a lo bonzo el 16 de diciembre pasado en la región de Sidi Bouzid para protestar contra lo que él estimaba abusos administrativos ha muerto, según confirmaron miembros de su familia.
Diplomado con estudios superiores pero en el paro, este joven de 26 años se roció de gasolina y prendió fuego a su cuerpo después de que policía locales le confiscaran los frutos y las legumbres que vendía en la calle para ayudar a su familia, bajo el pretexto de que no disponía del permiso correspondiente.
Con quemaduras de segundo grado, fue conducido a la unidad de grandes quemados del hospital de Ben Arous, en la periferia de la capital tunecina, dónde murió tras 23 días de hospitalización.
Este asunto provocó tal impresión en el país que el presidente de Túnez Zine El Abdine Benali se desplazó al centro hospitalario para visitar al herido el pasado 28 de diciembre.
Desde el día en se quemó el joven comerciante, en numerosas localidades de la región de Sidi Bouzid y en otras ciudades del país magrebí se produjeron incidentes y manifestaciones de solidaridad con Bouazizi.
El punto culminante de estos incidentes se dió el 24 de diciembre cuando jóvenes manifestantes atacaron un cuartel de la guardia nacional con el resultado de cuatro muertos entre los uniformados.
El pasado 29 de diciembre y como reacción a estos enfrentamientos, el presidente Benali decidió cesar en sus cargos a tres gobernadores regionales y remodelar en parte el ejecutivo.
El jefe del Estado tunecino hizo una aparición televisiva exhortando a los manifestantes a la calma y anunciando el reforzamiento del dispositivo de creación de empleo.
No obstante, los partidos opositores reagrupados en la "Alianza para la Ciudadanía y la Solidaridad" consideró insuficientes las medidas anunciadas por el gobierno y apeló a iniciar un diálogo con la oposición, la sociedad civil y el poder central "para abrir una transición política".

Fuente:
http://www.periodistadigital.com/politica/sucesos/2011/01/05/muere-el-joven-comerciante-que-se-quemo-a-lo-bonzo-el-pasado-16-de-diciembre.shtml

¿Se esparce el efecto de Túnez en otros países?

En momentos en que Túnez trata de estabilizarse en medio de la convulsión política, ciudadanos de otros países de la región toman las calles para protestar.





"Manifestante en Jordania"





Mientras Túnez trata de estabilizarse en medio de la convulsión sociopolítica, ciudadanos de otros países de la región toman las calles para protestar.
No en vano, algunos expertos han venido diciendo desde el viernes, día en que salió del poder y del país el ex presidente tunecino Zine al-Abidine Ben Ali, que algunos de los líderes árabes deberían poner sus barbas en remojo.
Este domingo, alrededor de mil personas se movilizaron hacia el parlamento de Jordania, en la capital, Ammán.
Un líder de la oposición dijo que ese país está sufriendo los mismos problemas que han estado enfrentando los tunecinos.
En la capital yemení, Saná, cientos de estudiantes marcharon por las calles gritando consignas a favor de lo que denominaron como una revolución contra "los asustados y falsos líderes del mundo árabe".
En Túnez, las fuerzas de seguridad han estado intercambiando disparos con miembros de la guardia presidencial en la capital, Túnez. El ejército está en las calles y dado que hay un estricto toque de queda, los residentes que salgan a la calle ponen en riesgo sus vidas.
El primer ministro, Mohamed Ghannouchi, y políticos de oposición aseguraron que anunciarán un nuevo gobierno el lunes.

Inmolación
En Argelia, de acuerdo con información difundida por medios de comunicación estatales, un hombre se inmoló afuera de la gobernación de la ciudad de Boukhadra, a 700 kilómetros de la capital, Argel.
De acuerdo con Chloe Arnold, la corresponsal de la BBC en Argel, Mohsen Bouterfif, quien se encontraba desempleado y tenía dos hijas, murió por las quemaduras el fin de semana.
Poco después del incidente, alrededor de cien personas salieron a protestar en Boukhadra. Pero la manifestación fue dispersada por la policía.
"La agencia de noticias Tout sur l'Algerie está reportando dos casos más de hombres que se han prendido fuego en dos ciudades de Argelia. Ambos se están recuperando en el hospital", informó Arnold.
Estos incidentes evocan el inicio de las protestas de Túnez, hace tres semanas, cuando Mohammed Bouazizi, un graduado universitario de 26 años se inmoló después que la policía confiscara las verduras que pretendía vender sin permiso para ganarse el pan.
Sindicatos y grupos de derechos humanos sostienen que, desde entonces, más de 35 personas han muerto debido a la represión policial a las revueltas en el interior del país.

Espejo
La muerte del joven tunecino lo convirtió en un símbolo y en un mártir, como indicó Roger Hardy, analista sobre el Medio Oriente del Centro Woodrow Wilson, en Washington.
"El malestar que provocó su auto inmolación llevó a la caída de uno de los gobernantes de mayor antigüedad de la región", señaló Hardy en un artículo escrito para la BBC.
Mientras aún se desconoce el alcance del impacto de la crisis en Túnez, su influencia en la región ya es evidente.
Muchos jóvenes árabes se identifican con los problemas que enfrentan los jóvenes tunecinos: desempleo, corrupción, autocracia, violaciones a los derechos humanos.
"A lo largo de toda la región hay un déficit de dignidad" asegura el experto.
Lo que es más, enfatiza Hardy, en la era de la globalización, los gobiernos no pueden aislar a sus ciudadanos de las noticias.

A Occidente
Pero las protestas en Túnez no sólo están enviando un mensaje a algunos líderes del mundo árabe, sino a Occidente también.
"Por décadas, los gobiernos de Occidente describieron a Túnez como un oasis de calma y de éxito económico, un lugar donde se podían hacer negocios", señaló el especialista del Centro Woodrow Wilson.
Decidieron hacerse los ciegos frente a las denuncias hechas por algunas organizaciones sobre violaciones a los derechos humanos del gobierno de Ben Ali, dijo el especialista.
"Mientras la elite prosperaba, el pueblo tunecino sufría", indicó Hardy.
Expertos consideran que aún es muy temprano para descifrar las repercusiones de la crisis en Túnez. Sin embargo, lo que es claro es que muchos árabes ven su reflejo en la realidad tunecina.

Fuente:
http://noticias.latam.msn.com/ar/internacional/articulo_bbc.aspx?cp-documentid=27274527