MusicPlaylistView Profile
Create a playlist at MixPod.com

martes, 20 de abril de 2010

Spinetta - Plegaria para un niño dormido




Plegaria Para Un Niño Dormido
Almendra

Plegaria para un niño dormido
Quizás tenga flores en su ombligo
Y además en sus dedos que se vuelven pan
Barcos de papel sin altamar.
Plegaria para el sueño del niño
Donde el mundo es un chocolatín.
Adonde vas
Mil niños dormidos que no están
Entre bicicletas de cristal.
Se ríe el niño dormido
Quizás se sienta gorrión esta vez
Jugueteando inquieto en los jardines de un lugar
Que jamás despierto encontrará.
Que nadie, nadie, despierte al niño
Déjenlo que siga soñando felicidad
Destruyendo trapos de lustrar
Alejándose de la maldad.
Se ríe el niño dormido
Quizás se sienta gorrión esta vez
Jugueteando inquieto en los jardines de un lugar
Que jamás despierto encontrará.
Plegaria para un niño dormido
Quizás tenga flores en su ombligo
Y además en sus dedos que se vuelven pan
Barcos de papel sin altamar.
Anúncios Google
Juega Super Mario

Silvina Garre - Canción del Pinar




Canción del pinar
Intérprete: Silvina Garré
Autor: Jorge Fandermole



Quiero dejar todas las palomas
en el cetro de tu alma
y todo el beso en tus pies
que dejes de mirarme burlón,
se que te estoy dando poco,
y mucho te pediré.

Se la nobe sola en mi pradera,
seré tu querido verde,
y seras sombra en mi mitad,
y si ves que mi verde se quema,
llueve tu llorosa pena,
y el verde nuevo se hará.

Y que no te vayas un Febrero,
detrás de aquella bandada,
azabache hacia, el pinar,
Quiero ser también dueña del cielo,
y un pinar, pero es preciso,
y que me enseñen a volar.

Hazte sol cercano en la distancia,
hazte en el recuerdo un leño,
y quemate en mi interior,
no quiero tener más noches frias,
ni poder tan solo en sueños,
despertame junto a vos.

Que tengamos alrededor nuestro,
quien berre nuestros nombres,
y mucha sombra por dar,
cuando llegemos a la tierra,
unete conmigo en savia,
así haremos sombra igual

JUAN CARLOS BAGLIETTO EN QUITO - EL GIGANTE DE OJOS AZULES




El Gigante De Ojos Azules
Juan Carlos Baglietto
Un gigante de ojos azules
amaba a una mujer pequeña
que su sueño era una casita
pequeña como para ella
que tuviera en su frente un jardín
un jardín con madreselvas.

Un gigante de ojos azules
amaba a una mujer pequeña
que muy pronto ya se ha cansado
de tan desmesurada empresa
que no terminaba en jardines
jardines con madreselvas.

Adios ojos azules, dijo,
Y con gracia muy voltereta
del brazo de un enano rico
entró en la casita pequeña
que en el frente tenía un jardín
un jardín con madreselvas.

El gigante comprende ahora
que amores de tanta grandeza
no caben ni siquiera muertos
en esas casas de muñecas
que en el frente tienen jardines
jardines con madreselvas.

Con la frente marchita




Dedicado a Telma Santos.

Con La Frente Marchita
Sabina Joaquin
Sentados en corro merendábamos besos y porros
Y las horas pasaban deprisa entre el humo y la risa.
Te morías por volver "Con la frente marchita" cantaba Gardel
Y entre citas de Borges, Evita bailaba con Freud.
Ya llovió desde aquel chaparrón hasta hoy.

Iba cada domingo a tu puesto del Rastro a comprarte
carricoches de miga de pan, soldaditos de lata.
Con agüita del mar Andaluz quise yo enamorarte,
pero tú no querías más amor que el del Río de la Plata.

Duró la tormenta hasta entrados los años ochenta.
Luego, el sol fue secando la ropa de la vieja Europa.
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca, jamás, sucedió.
"Mándame una postal de San Telmo, adiós, ¡cuídate!"-
Y sonó entre tú y yo el silbato del tren...

Iba cada domingo a tu puesto del Rastro a comprarte
monigotes de miga de pan, caballitos de lata
Con agüita del mar Andaluz quise yo enamorarte,
pero tú no querías otro amor que el del Río de la Plata.

Aquellas banderas de la patria de la primavera,
a decirme que existe el olvido, esta noche han venido.
Te sentaba tan bien, esa boina calada al estilo del "Che".
Buenos Aires es como contabas, hoy fui a pasear,
y al llegar a la Plaza de Mayo me dio por llorar
y me puse a gritar: "¿Dónde estás?"

Y no volví más a tu puesto del Rastro a comprarte
corazones de miga de pan, sombreritos de lata.
Y ya nadie me escribe diciendo:
"No consigo olvidarte, ojalá que estuvieras conmigo en el Río deLa Plata"