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viernes, 1 de julio de 2011

FORMOSA. FÉLIX DÍAZ TRIUNFÓ POR UN AMPLIO MARGEN


















Elecciones en La Primavera: "Ganamos todos"
Por Fuente: Comunidad qom Navogoh (La Primavera) - Tuesday, Jun. 28, 2011 at 12:57 AM

Domingo 26 de junio de 2011

Nora Cortiñas, Madre de Plaza Línea Fundadora", al cerrarse las urnas exclamó "¡Ganamos todos!".

La comunidad, por primera vez, pudo participar de un acto eleccionario transparente. Y la comunidad pudo elegir como autoridad a su líder: FÉLIX DIAZ.
Hace años que venimos intentando que nuestra voz sea escuchada, que nos dejen de imponer autoridades provinciales. En el 2008 también elegimos a Félix Diaz como nuestra autoridad pero la provincia ilegalmente nos anuló la elección. Interpusimos un pedido de Reconsideración pero fue inútil, la provincia incluso nos APERCIBIO por haber continuado con la elección.
Hubo que luchar mucho, que pasar cuatro meses viviendo en la ruta, soportar la represión provincial, los golpes, las acusaciones infames de violación a una mujer policía, la detención, la quema de nuestras viviendas, las causas inventadas....

LA MUERTE DE NUESTRO HERMANO ROBERTO LOPEZ HACE 7 MESES Y 3 DIAS

Pero no obstante, la convicción de que teníamos razón, de que éramos víctimas de un sistema perverso y mentiroso nos dio la fuerza para continuar reclamando.
Fuimos a Buenos Aires con la esperanza de que ahí nuestro clamor fuera escuchado. Pero nos costó demasiado lograrlo: conferencias de prensa, huelgas de hambre, corte de 9 julio, medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, etc.
Por suerte, finalmente, se abrió la Mesa de Diálogo con el gobierno Nacional y Provincial. En dicha mesa expusimos como primer punto el reclamo de nuestro territorio avasallado por Parques Nacionales, la familia Celia, la Universidad Nacional de Formosa y la provincia de Formosa. Pero como la provincia llevó a sus dirigentes indígenas de la comunidad y del ICA, tuvimos que acceder a definir la representatividad antes de comenzar a hablar del tema territorial.
Llegar a la elección de ayer fue otro camino muy duro donde demostramos nuestra enorme vocación de diálogo frente a los agravios, insultos y alianzas. Nosotros nos reunimos en Asamblea y comunitariamente pedimos que la elección se realizara el 4 de junio y respetando nuestro mecanismo ancestral tal como toda la normativa indígena internacional y nacional lo respaldan. Pero nos impusieron el voto secreto y tuvimos que aceptar contra nuestra convicción porque sabíamos que la verdad está de nuestro lado y la única manera de demostrarlo era realizar una elección organizada por Nación y controlada por los organismos de Derechos Humanos. Sin ellos nunca tendríamos la chance de elegir libremente a nuestra autoridad.
Volvemos a denunciar al operativo que montó la provincia para comprar nuestra voluntad. Los tres intendentes de los pueblos vecinos, Laguna Blanca, Naineck y Siete Palmas, en persona y con sus camionetas recorrieron la comunidad diciéndole a la gente que lo que se estaba votando era el modelo provincial y que no se votaba a Cristino Sanabria sino a Gildo Insfrán, el gobernador. También decían que si no votábamos al candidato de la provincia nos sacarían los planes sociales. También repartieron chapas, mercadería y colchones. El mecanismo típico formoseño previo a una elección.
No obstante, no hubo colchón que pudiera tapar nuestra decisión. Es cierto que hubo hermanos que se asustaron mucho ¿hubiéramos llegado al 100 % del total del padrón si la provincia no hubiera puesto su aparato en contra? Probablemente.
Pero ayer gracias al trabajo de los funcionarios del Ministerio del Interior de Nación que organizaron la elección y de los organismos de Derechos Humanos que trabajaron incansablemente observando y reclamando cada vez que se intentó alguna trampa, logramos hacer escuchar que
FÉLIX DIAZ ES NUESTRO LIDER Y ESTAMOS ORGULLOSOS DE ÉL
Hemos triunfado por 610 votos contra 369 (hubo cinco votos en blanco). Una cifra contundente, un clamor que no pueden dejar de escuchar.
¡Queremos agradecer a tanta gente que nos acompañó en este duro camino!
A los organismos de Derechos Humanos, y especialmente a las personas que los representan, que también se jugaron en momentos muy difíciles:
Adolfo Pérez Esquivel (SERPAJ)
Nora Cortiñas (Madre Plaza de Mayo línea fundadora)
Mirta Baravalle (Madre de Plaza de Mayor línea fundadora)
CELS
APDH
CTA
Defensor del Pueblo de Nación
Defensoría Gral de la Nación
INADI (al presidente Claudio Morgado que nos acompañó en los peores momentos porque sabía que somos víctimas de la peor discriminación. Lástima que no fue escuchado.)
Y a los profesionales que sin respaldo institucional nos apoyaron y aportaron su conocimiento y calidez.
También queremos agradecer a los jóvenes del acampe que nos han acompañado desde nuestra lucha en Bs As y que han hecho un enorme esfuerzo para trasladarse hasta La Primavera.
Ahora invitamos a todos los hermanos a trabajar juntos, a todos.
Una vez más repetimos no somos oposición ni oficialismo, no luchamos en contra de nadie sino a favor del respeto de nuestros derechos.
La semana que viene estaremos en Bs As para comenzar a trabajar junto a las autoridades nacionales y provinciales en los asuntos territoriales que son los que nos interesan.

¡Qalota Ñachek!

comunidadlaprimavera.blogspot.com/2011/06/ganamos-todos.html

Fuente: http://argentina.indymedia.org/news/2011/06/784630.php

Escuela de Frankfurt













La Escuela de Frankfurt es una escuela de pensamiento e investigación social surgida a partir de Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Frankfurt am Main, en Alemania. El término “Escuela de Frankfurt" es un término informal empleado para referirse tanto a los pesadores miembros del Instituto de Investigaciones Sociales como a aquellos influenciados por el. No existe ninguna institución formal con este nombre. La Escuela de Frankfurt, inspirándose en Marx, Freud y Weber, sintetizó filosofía y teoría social para desarrollar una Teoría Crítica de la sociedad contemporánea, fundado por Georg Lukacs en 1924.[1]

Contenido
1 Historia
1.1 Primera etapa
1.2 Segunda etapa
1.3 Tercera etapa
1.4 Cuarta etapa
2 Principales características de la Teoría Crítica
2.1 Dialéctica Negativa
2.2 La utopía
2.3 Mediación
2.4 Praxis
3 La Teoría Crítica según Max Horkheimer
4 Principales Referentes de la Escuela de Frankfurt
4.1 Max Horkheimer
4.2 Theodor W. Adorno
4.3 Jürgen Habermas
4.4 Georg Lukács
4.5 Herbert Marcuse
4.6 Friedrich Pollock
5 La influencia de la escuela de Frankfurt en la historia
5.1 Relativismo moral: Freud y la Escuela de Frankfurt
6 Críticas a la Escuela de Frankfurt

Historia
Primera etapa Transición del capitalismo emprendedor de primera escala al capitalismo monopolista y al imperialismo. Salida de la Primer Guerra Mundial (1914-1918). La principal influencia sobre el pensamiento de la primera generación de la Escuela de Frankfurt fue:

- Teorías de Weber: Análisis histórico comparativo del racionalismo occidental referido al capitalismo, al estado moderno, a la racionalidad científica secular, a la cultura, y a la religión.
- Teorías de Freud: Descubrimiento del subconsciente, análisis de las bases psicológicas del autoritarismo y del comportamiento social irracional.
- Critica del positivismo: Al que se considera expresión del conformismo, como filosofía, como método científico y como ideología política.
Modernismo estético: Liberación del subconsciente; conciencia de estar viviendo en una época única.
- Teoría Marxista: Crítica de la ideología burguesa, crítica de la alienación del trabajo, materialismo histórico; la historia es vista como una lucha de clases y de explotación del trabajador bajo distintas formas en cada época histórica.
- Teoría de la cultura: Crítica de la cultura occidental como la cultura de la dominación de la naturaleza, tanto interior como la exterior, diferenciación dialéctica de las dimensiones emancipadoras y represivas de la cultura elitista.
Todas estas influencias se combinaron para crear la Teoría Crítica de la cultura (primera generación). Los teóricos críticos desarrollaron una teoría integradora de las estructuras del dominio presente en la civilización industrial avanzada y de la dialéctica a travès de la cual se suprime el potencial emancipador de la sociedad moderna.

Segunda etapa
La mayor aportación a la Teoría Crítica de la Escuela de Frankfurt por parte de su segunda generación se centra en dos obras hoy en día consideradas clásicos del pensamiento del siglo xx: “La dialéctica de la ilustración” (1944) de Horkheimer y Adorno, y la “Mínima Moralia” (1951) de Adorno. En estas obras la crítica al capitalismo se torna en una crítica a la civilización occidental.

Tercera etapa
Salida de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Desde 1950 hasta la muerte de Adorno en 1969 y de Horkheimer en 1973, se llevan a cabo las aportaciones teóricas y metodológicas de la Teoría Crítica. Los teóricos críticos reconocen que la forma de opresión de la sociedad capitalista han cambiando. Durante esta etapa, el Instituto de Investigación Social se restableció en Frankfurt (aunque muchos de sus miembros se quedaron en Estados Unidos), con el objetivo no solo de continuar con sus investigaciones si no de convertirse en una fuerza dominante en la educación y la democratización en Alemania Occidental. En esta tercera etapa, Horkheimer y Adorno se centraron en reformular la Teoría Crítica para adaptarla a la nueva época. En “Dialéctica negativa”, Adorno se esfuerza en rehacer la Teoría Crítica de forma que no pueda ser controlada por las estructuras de poder. Adorno sugiere que el “pecado original” del pensamiento es su intento por eliminar todo lo que no sea pensamiento. Esta reducción convierte al pensamiento en cómplice de la dominación. “Dialéctica negativa” marca el fin de la tradición Frankfurtiana de situar al individuo como blanco de sus críticas. Sin una clase obrera revolucionaria, la Escuela de Frankfurt ya no tenía a nadie sobre quien apoyarse salvo el individuo. Esta postura ayudo a preparar el camino para la cuarta fase de la Escuela de Frankfurt, marcada por la “Teoría de la Comunicación” de Habermas.

Cuarta etapa
La obra de Habermas se centra en los intereses tradicionales de la Escuela de Frankfurt (la racionalidad, el sujeto humano, la social democracia y la dialéctica), y supera una serie de contradicciones que había debilitado a la Teoría Crítica desde su concepción: las contradicciones entre los métodos materialista y trascendentales, entre la teoría social marxista y las posturas individualistas del racionalismo crítico, y entre los fenómenos culturales y psicológicos por un lado, y la estructura económica de la sociedad por otro. La Escuela de Frankfurt había evitado adoptar una posición clara sobre la relación entre los métodos materialistas y transcendentales, lo que había generado una gran confusión ente sus lectores. La epistemología de Habermas sintetiza estas dos tradiciones al demostrar que el análisis fenomenológico y trascendental puede ser incluido dentro de una teoría materialista de evolución social, mientras que la teoría materialista solo tiene sentido como parte de un teoría trascendental de sabiduría emancipadora que es el reflejo de la evolución cultural. La naturaleza a la vez empírica y trascendental de la sabiduría emancipadora se convierte así el cimiento de la Teoría Crítica.

Principales características de la Teoría Crítica
Dialéctica Negativa. Adorno niega que sea posible una total conceptualización de la realidad. Hegel recupera la identidad en la síntesis final, aún cuando la negación es parte esencial de su dialéctica. De esta manera, se justifica la identidad en tanto es racional. Si la dialéctica hegeliana es una dialética postiva, en contraposición, Adorno propone una dialéctica negativa, a través de la cual afirmará que no todo lo real es totalmente racional.

Para Adorno, la dialéctica positiva, adquiere la relevancia de una ideología porque su requiere que el sujeto se adecue a la realidad e incluso someterse a ella en la práctica haciendo eterno instante presente y inhibiendo cualquier acción transformadora (revolucionaria).

La utopía
Se rechaza la posibilidad de construir una utopía positiva en tanto no es posible determinar como habría de ser el futuro. Lo que sí es posible es establecer como “no debe ser”, lo cual, alcanza, en efecto, para poder criticar el presente.

Mediación
Mientras que en la teoría tradicional se pretende la inmediatez entre el sujeto y el objeto, en la teoría crítica, se firmará que todo conocimiento está determinado por mediaciones, porque la producción teórica no puede existir independientemente de los procesos sociohistóricos y económicos dentro de los cuales han surgido. Esto significa que el contexto histórico determina el objeto y la finalidad de toda investigación de manera tal que ninguna teoría puede ser “imparcial” sino que está signada por diferentes intereses aún cuando una objetividad aparente oculta su inevitable carácter ideológico. Además, el investigador, tampoco puede sustraerse de manera radical, siempre será parte misma del objeto social investigado.
De acuerdo a esta perspectiva podría decirse que la especialización de la ciencia transforma el objeto en algo abstracto que conduce, en definitiva, a ocultar la realidad. Pero una visión totalizadora (concepto tomado de Lukácks) podrá transfomar en crítica a la teoría, develando sus aspectos ideológicos.

Praxis
La teoría crítica rechazó el principio de “no valoración” como criterio de objetividad teórica que había defendido Weber. Para Marcuse, el problema de la objetividad histórica requiere juicios de valor, lo que implica estar al servicio de la emancipación humana y derivar en una praxis liberadora. En síntesis, los dos polos de la teoría crítica son razón y praxis.[2]

La Teoría Crítica según Max Horkheimer
En este ensayo trata Horkheimer de definir y fundamentar un modo de entender la investigación científica que renuncia a los tópicos de la teoría tradicional de cuño positivista (la neutralidad valorativa y la orientación técnica del saber científico) y que, retomando expresamente la peculiar síntesis de aspiración al máximo rigor científico y de máximo compromiso político que caracteriza a la teoría económica de El capital de Marx, reconoce expresamente el interés práctico que la determina, su condición de teoría políticamente comprometida en la instauración de una sociedad racional y justa. Muy diferente es el segundo ensayo que compone este volumen, «Razón y autoconservación» (1942), perteneciente a una segunda época del pensamiento del autor marcada por la experiencia del fascismo y de la Segunda Guerra Mundial y caracterizada por el abandono del programa revolucionario marxista y la sustitución de las investigaciones sociológicas positivas por una crítica radical de la cultura centrada en torno al fenómeno de la reducción de toda racionalidad a razón instrumental, crítica que culmina en la gran obra conjunta de Horkheimer y Adorno, Dialéctica de la Ilustración. Este volumen muestra, pues, el contraste entre dos períodos muy diferentes del itinerario de la Escuela de Francfort, y permite al lector valorar si la teoría crítica debe ejercerse como crítica filosófica de la cultura o si por el contrario (como cree Habermas) debe recuperar los rasgos que definiera Horkheimer en su ensayo, ya clásico, de 1937. La introducción ha corrido a cargo de Jacobo Muñoz, catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense y especialista en pensamiento contemporáneo, sobre cuyas diferentes corrientes ha publicado numerosos trabajos.[3]

Principales Referentes de la Escuela de Frankfurt
Max Horkheimer.
Hijo de un fabricante judío, nació el 14 de febrero de 1895 en Stuttgart. Abandonó los estudios en 1911 para aprender un oficio y ayudar en la fábrica de su padre y participó en la Primera Guerra Mundial. Al finalizar esta, terminó el bachillerato y decidió estudiar Filosofía y Psicología en Munich, Friburgo y Frankfurt, donde conoció a Theodor Adorno. Defendió su tesis doctoral en 1922 bajo la dirección de Hans Cornelius, con un trabajo sobre la antinomia del juicio teleológico. Tres años después presentaría su habilitación con un trabajo sobre la crítica del juicio de Kant. En 1926 comienza a trabajar en la Universidad de Frankfurt y se casa con Rosa Rieker. A partir de 1930 pasa a formar parte, junto a Fromm y Marcuse, del Instituto para la Investigación Social (IIS), siendo nombrado director del mismo al año siguiente. Entre 1932 y 1939 se encargaría de mantener la publicación de la Revista para la Investigación Social. A esta época pertenecen obras como Materialismo, metafísica y moral y otros artículos publicados en la Revista de Investigación Social (RIS). En 1933, al cerrarse el instituto, se vio obligado a abandonar Alemania, pasando por Suiza y terminando en la Universidad de Columbia (Nueva York), donde Horkheimer instala el Instituto. A comienzos de los 40 escribirá, junto a Adorno Dialéctica de la Ilustración. En los años 40 dirigió también un estudio sobre el antisemitismo, publicando diferentes obras y artículos al respecto. En 1949 vuelve a Alemania y trabaja como profesor de Filosofía social en la Universidad de Frankfurt, reabriendo un año después el Instituto. Entre 1951 y 1953 fue rector de esta Universidad. En estos años continúa con sus estudios sociológicos y publica obras críticas como Crítica de la razón instrumental, Ocaso, o Teoría tradicional y teoría crítica, donde recopila artículos anteriores. En estos años su reflexión recupera a Schopenhauer y la religión judía que aprendiera en su familia. En 1959, convertido ya en profesor emérito, emigra a Lugano, donde continuará con su labor filosófica. Murió el 7 de julio de 1973 en Nüremberg.

Theodor W. Adorno.
Nació el 11 de septiembre de 1903 en Frankfurt. Hijo de un comerciante de vino y de una cantante italiana. Durante su época de estudiante entabló amistad con Sigfrid Kracauer. Estudió música, psicología, filosofía y sociología, y durante su época universitaria conoció a Max Horkheimer y Walter Benjamin. En 1924 defendió su tesis doctoral sobre Husserl. En 1925 y 1926 fue alumno de Schönberg y Berg en Viena. En 1931 terminó su habilitación bajo la dirección de Paul Tillich, con un trabajo sobre la construcción de lo estético en Kierkegaard. Durante los años 30 combinó su colaboración con el Instituto para la Investigación Social (IIS) con otras tareas para revistas musicales y culturales. Ante el aumento del totalitarismo y la persecución judía, Adorno emigró a Oxford en 1934, ejerciendo la docencia en Merton. En 1938, un año después de su boda con Gretel Karplus, emigró a Nueva York donde pasó a colaborar intensamente con el IIS, instaurado temporalmente en la ciudad norteamericana. Entre 1942 y 1944 se instala en California y trabaja junto a Horkheimer en Dialéctica de la Ilustración. Entre 1944 y 1949 dirigió un proyecto de investigación sociológica en Los Ángeles centrado en el estudio de la discriminación social. En 1949 vuelve a Alemania y reanuda su labor dentro del IIS. En los 50 publica obras cumbres como Minima moralia y desarrolla nuevos proyectos de investigación sobre el carácter totalitario y fascista. En 1959, un año después de tomar la dirección del IIS, pasa a ser profesor de la Universidad de Frankfurt. En los 60 seguirá desarrollando su teoría sociológica, enfrentándose con Karl Popper, y continuará manteniendo un claro compromiso político: aunque rechazaba cualquier forma de manifestación violenta, su crítica se dirigía permanentemente contra todo abuso de poder. A esta última década pertenecen obras tan importantes como Dialéctica negativa, Estudios sobre Hegel, o Teoría estética.

Jürgen Habermas
Nació el 18 de julio de 1929 en Düsseldorf. Estudió filosofía, psicología, literatura alemana y economía en la Universidad de Gotinga, Zurich y Bonn, donde defendió su tesis doctoral sobre Schelling. En 1955 contrajo matrimonio con Ute Wesselhoeft y al principio trabajó como periodista, hasta que Adorno lo invitó a formar parte del reinaugurado Instituto para la Investigación Social (IIS) en Frankfurt. Allí entra en contacto con la Investigación Social empírica y reorienta sus intereses hacia la teoría crítica de la sociedad. En 1961 defiende su habilitación, centrada en el concepto de sociedad civil. Pasó así a ser profesor de la Universidad de Heidelberg, aunque siguió colaborando con el IIS con un proyecto de investigación sobre el movimiento estudiantil. Entre 1964 y 1971 ejerció como profesor en la Universidad de Frankfurt, y se convierte en uno de los principales representantes de la Teoría Crítica, publicando obras como Conocimiento e interés. En 1971 se traslada a Starnberg como director del Instituto Max Planck, continuando con su labor de investigación, con obras como Problemas de legitimación en el capitalismo tardío. En esta época recibe el reconocimiento de diferentes círculos intelectuales, materializado en diversos premios: el premio Hegel (Stuttgart, 1974), el premio Sigmund Freud (Darmstadt, 1976), y con el premio Adorno (1980). En 1981 publica su obra más importante: Teoría de la acción comunicativa y en 1983 es nombrado miembro de la Academia Alemana de la Lengua y la Poesía en Darmstadt. Entre 1983 y 1994 trabaja como profesor de Filosofía Social y Filosofía de la Historia de la Universidad de Frankfurt, publicando obras como Conciencia moral y acción comunicativa, o El discurso de la modernidad. Es nombrado doctor honoris causa por múltiples universidades y en Facticidad y validez reivindica una teoría normativa del Estado de derecho. Desde entonces no ha parado de recibir el reconocimiento internacional en forma de premios, y ha ido ocupando un lugar cada vez más relevante en el panorama intelectual no sólo alemán, sino también europeo, de modo que su pensamiento se ha convertido en un auténtico referente moral de nuestro tiempo.

Georg Lukács.
Filósofo y crítico literario húngaro, especializado en el marxismo. Estudió con Ernst Bloch, y también se interesó por el neokantismo. En su obra Historia y conciencia de clase, intenta renovar y prolongar la interpretación marxista de la sociedad, repensándola a la altura de su tiempo. Su labor como intérprete y continuador de la tradición marxista le llevó a ser miembro fundador de la Escuela de Frankfurt.

Herbert Marcuse
Filósofo alemán, que durante unos años trabajó dentro de la Escuela de Frankfurt. Los temas centrales de su pensamiento giran en torno a la crítica de las sociedades capitalistas occidentales. Entre sus obras más destacadas, hay que citar Eros y civilización y El hombre unidimensional. Su pensamiento jugó un importante papel en las revueltas estudiantiles de los años 60, cuando Marcuse se convirtió en uno de los filósofos que inspiraron estos movimientos.

Friedrich Pollock
Economista, sociólogo y filósofo, especializado en el marxismo. Fue el encargado de desarrollar toda la vertiente económica del proyecto de Teoría Crítica. Como otros miembros de la Escuela , se vio obligado a emigrar a Nueva York en 1933. A su vuelta, trabajó como profesor de la Universidad de Frankfurt, dedicando sus esfuerzos a la crítica del capitalismo y a los mecanismos económicos que puedan llegar a ejercer diferentes grados de dominación sobre el ser humano.

La influencia de la escuela de Frankfurt en la historia
Relativismo moral: Freud y la Escuela de Frankfurt. No existe ninguna prueba científica que demuestre la existencia del subconsciente, del “id”, del complejo de Edipo, o de ningún otro concepto freudiano de importancia. Freud dijo una vez que el psicoanálisis era como una religión: no se puede demostrar, pero se debe aceptar como cuestión de fe. De hecho, una vez Carl Jung escribió a Freud una carta sugiriéndole que estableciera públicamente el psicoanálisis como una religión formal; Freud rechazó la sugerencia. Sin embargo, es posible que fuera este aspecto religioso lo que llevó a la Escuela de Frankfurt a fijarse en Freud en los años 30. El húngaro Georg Lukacs fundó la Escuela de Frankfurt con el objetivo de provocar cambios sociales masivos. Lukacs era marxista, pero la técnica que planteó es válida para cualquier otra ideología. Lukacs decía que había que sumir a las personas en el pesimismo, que había que hacerlas creer que vivían en un “mundo olvidado por Dios”. Al mismo tiempo, el nuevo movimiento social que se intentaba crear debería poseer las características de una religión, aunque, por supuesto, sin la figura de un Ser Supremo. De hecho, Lukacs llegó a estudiar en profundidad la secta de Baal Shem, una secta cabalista judía, además de varias herejías medievales cristianas, con el propósito de encontrar lo que él llamaba “ideas mesiánicas” que pudiesen ser incorporadas al marxismo. Las teorías de Freud encajaban perfectamente con lo que andaba buscando; era como volver a las sectas gnósticas de la Edad Media. Suponía el regreso de los demonios, sólo que ahora el mal surgía de la mente de cada uno, y se necesitaban nuevos sacerdotes para salvar a la humanidad. La divulgación de las teorías de Freud por la Escuela de Frankfurt es la razón fundamental por la que el psicoanálisis llegó a ser tan influyente en Estados Unidos tras la II Guerra Mundial. La Escuela de Frankfurt ayudó a mucha gente a darse cuenta del mal estado de su salud mental; de como debían romper con las imposiciones autoritarias que les volvían neuróticos, de cómo debían resistirse a la imposición de valores universales y aferrarse a un sano hedonismo individualista. Ahora bien, la teoría de Freud distaba mucho de ser perfecta. Freud decía que la personalidad de cada individuo era el resultado de la interacción de la biología — esto es, de los impulsos instintivos humanos transmitidos por herencia de generación en generación—con las experiencias propias del proceso de crecimiento y maduración en el seno de una familia. Freud pensaba que todas las personas eran muy similares entre sí, porque los impulsos instintivos eran los mismos para todo el mundo y porque las estructuras familiares diferían muy poco. La Escuela de Frankfurt corrigió a Freud al afirmar que cada cultura presentaba unos rasgos psicológicos distintivos, porque las distintas estructuras familiares transmiten ideas de autoridad y moralidad de formas muy distintas. De esta manera, para conseguir liberar el “eros” y lograr una mente sana, lo más importante es descubrir aquello que distingue a una cultura de las demás. Y estas diferencias no vienen dadas por la genética sino por la cultura, transmitida a través de las familias. Así, la Escuela de Frankfurt logró demostrar científicamente que la mentalidad de los negros no es la misma que la de los blancos, y no por diferencias genéticas sino porque las culturas de ambas razas son, en esencia, distintas. Basándose en esta afirmación, la Escuela de Frankfurt pasó a defender que todos los valores morales son relativos. Y es por esto que, hoy en día, la corriente de pensamiento dominante entiende que los valores universales son propios del autoritarismo, y que las estructuras familiares deben ser cambiadas, o incluso destruidas, para dejar de imponer estos valores obsoletos a los jóvenes. [4]

Críticas a la Escuela de Frankfurt
La Escuela de Frankfurt ha sido atacada desde numerosos frentes. Los liberales y los tradicionalistas atacan a la Escuela de Frankfurt por entender que es una forma de “marxismo cultural” que ataca a los valores tradicionales y a la familia. Desde la izquierda, hay posturas críticas con la Escuela de Frankfurt que opinan que no es más que una crítica romántica y elitista de la cultura de masas disfrazada de neomarxismo. Los marxistas critican a la teoría crítica por ser una expresión de idealismo burgués que no guarda ninguna relación inherente con la práctica política ni con ningún movimiento revolucionario actual. Karl Popper criticaba a la Escuela por haberse desentendio de la promesa de Marx de un futuro mejor: “La condena de Marx de nuestra sociedad tiene sentido porque la teoría de Marx contiene la promesa de un futuro mejor. Pero su teoría pierde todo su sentido su se la extirpa de esta promesa, como han hecho Adorno y Horkheimer.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_de_Frankfurt

Adorno Theodor Wiesengrund



BIOGRAFIA: (126)
(Fráncfort del Main, 11 de septiembre de 1903 - † Viège, Suiza, 6 de agosto de 1969). Filósofo, sociólogo y musicólogo alemán, Fue uno de los más importantes representantes de la Teoría crítica de la Escuela de Fráncfort y de la filosofía marxista.
Adorno era hijo único de una familia burguesa acomodada de Fráncfort. Su padre (Oscar Alexander Wiesengrund) era comerciante de vinos y su madre (Maria Calvelli-Adorno) era cantante. Esta última y su hermana Agatha (quien era una talentosa pianista) se hicieron cargo de la formación musical de Theodor durante su infancia. Asisitó al Kaiser Wilhelm Gymnasium, donde se destacó como excelente estudiante. Durante su juventud conoció a Sigfried Kracauer, con quien mantuvo una estrecha amistad, a pesar de que éste era catorce años mayor. Juntos leyeron la Crítica de la razón Pura de Kant, experiencia que marcó a Adorno en su formación intelectual.
Después de graduarse con méritos en Gymnasium, Adorno entró a la Universidad de Fráncfort del Meno, donde estudió filosofía, sociología, psicología y música. En 1924 obtuvo su título con una
disertación sobre Edmund Husserl. Entre tanto, escribió varios ensayos de crítica musical. Por un tiempo, el joven Adorno consideró la posibilidad de dedicase a la música como compositor y crítico. En 1925 viajó a Viena, donde estudió composición con Alban Berg, y frecuentó a otros importantes compositores de la Segunda Escuela de Viena, como Anton Webern y Arnold Schoenberg. Las teorías de este último sobre la atonalidad fueron fundamentales para la formulación de la idea de Adorno de la nueva música, que desarrolló en muchos de sus ensayos.
En los ensayos sobre música, Adorno ligaba la forma musical con complejos conceptos filosóficos, lo que los hacía muy exigentes en términos intelectuales. Las implicaciones conceptuales de la nueva música no eran compartidas por los protagonistas de la Escuela de Viena, razón por la cual Adorno decidió regresar a Francfort y abandonar su carrera musical.
En Viena, Adorno también conoció a otros intelectuales cuyos intereses no estaban necesariamente ligados a los círculos musicales. Asisitó a las charlas de Karl Kraus, el famoso satirista vienés, y conoció a Georg Lukács, cuya Teoría de la novela había impactado a Adorno en la universidad. De vuelta en Fráncfort, trabajó en su tesis doctoral bajo la dirección de Hans Cornelius. Finalmente, en 1931 obtuvo su venia legendi (el diploma que lo acreditaba como profesor) con su trabajo
Kierkegaard: Konstruktion des Ästhetischen (Kierkegaard: la construcción de lo estético).
En 1933 se incorporó al Institut für Sozialforschung (Instituto para la Investigación Social), adscrito a la Universidad de Fráncfort, de inspiración marxista, aunque pronto tuvo que abandonar el país, huyendo del nazismo. Tras residir en diversas ciudades, se estableció finalmente en Nueva York, donde continuó trabajando en colaboración con otro miembro del Instituto, Max Horkheimer.

Fuente: http://www.bibliotheka.org/?/ver/58159